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¿Te has acostumbrado tanto a la comodidad digital que has perdido la emoción de tomar fotos?
Para ti, proponemos una forma única de disfrutar de la experiencia de una cámara de película con tu cámara digital. Es un método algo peculiar, pero vale la pena intentarlo.
No hay reintentos, limita el número de fotos
Primero, establece un límite en el número de fotos que tomas.
Con una cámara de película, solo puedes tomar un número limitado de fotos por rollo. Al establecer un 'límite' similar en digital, puedes mejorar la calidad de tus fotos.
Intenta limitar el número de fotos que puedes tomar en un día a '24 o 36', como con una cámara de película. Esto te obligará a considerar cuidadosamente cada escena y a valorar cada disparo. Por ejemplo, al limitarte a 24 fotos al día y observar bien la escena antes de disparar, mejorarás la calidad de tus fotos.
Si te resulta difícil limitarte, prueba a usar una tarjeta SD de 2GB en tu cámara digital más reciente. Esto te impondrá una restricción automáticamente.
No mires de inmediato, cubre la pantalla
A continuación, limita la previsualización de las fotos.
Con una cámara de película, no puedes ver las fotos inmediatamente después de tomarlas. Para experimentar algo similar con una cámara digital, evita revisar las imágenes justo después de capturarlas. Apaga la pantalla LCD de la cámara o cúbrela para recrear la sensación auténtica de una cámara de película. Algunas cámaras digitales permiten desactivar la pantalla, así que revisa la configuración.
No te conformes con los datos, imprime y exhibe
Por último, imprime tus fotos. Una de las atracciones de la fotografía en película es poder sostener las fotos impresas. Para disfrutar de la misma atracción con fotos digitales, imprímelas.
No necesitas una impresora cara; simplemente adquiere una para tu hogar y haz de la impresión un hábito. Ver las fotos en forma tangible puede ser una experiencia más conmovedora. Por ejemplo, al imprimir las fotos y colgarlas en la pared de tu habitación, experimentarás una belleza y singularidad que se destacan precisamente por el esfuerzo involucrado, profundizando así la expresión fotográfica.
¿Qué te parece?
Puede que sea un método algo peculiar, pero disfrutar de tu cámara digital como si fuera una de película es posible con un poco de ingenio. Reflexionar sobre cómo cada función de la cámara afecta nuestra experiencia fotográfica puede ser un ejercicio interesante.
¡Inténtalo!
